miércoles, 14 de octubre de 2009

Rumbo a la gloria - Woody Guthrie


"Dave Whittaker (...) me prestó su autobiografía, Rumbo a la gloria. La devoré de principio a fin de una sentada, bebiendo cada palabra. El libro me cantaba como una radio. Guthrie escribe como un torbellino, y el mero sonido de las palabras basta para colocarte. Puedes abrir el libro por cualquier página; todas desbordan energía. ¿Quien es él? Un ex rotulista errabundo de Oklahoma, un antimaterialista que creció durante la Depresión, en los tiempos de las tormentas de polvo; emigró al Oeste, tuvo una infancia trágica, una vida marcada por el fuego, tanto figurada como literalmente. Es un vaquero cantante, pero es mas que eso. Woody posee un alma profundamente poética; es el poeta de la tierra reseca y el cieno espeso. Guthrie divide el mundo entre los que trabajan y los que no y está interesado en la liberación de la humanidad y en crear un mundo donde valga la pena vivir. Rumbo a la gloria es un libro tremendo, gigantesco, casi excesivo." Bob Dylan, Crónicas I.
Si Bob Dylan habla así de la autobiografía del cantautor folk que más influyó en el, poco mas puedo añadir yo. El libro me ha encantado y os lo recomiendo encarecidamente, pero dejaré que hable él por mí.
"Seguí adelnte cuando el día desertaba ya de las altas azoteas y pasaba por el tamíz de las chimeneas con grietas que despuntaban. Gracias buen Dios, no todo el mundo es relamido, almidonado y una copia. Gracias a Dios, no todo el mundo está asustado. Asustados están en los rascacielos, y en las oficinas de la burocracia, asustados con el tictac de esa maquinita que nunca estalla, los indicadores del mercado de valores que atemorizan a tantos, que marcan las muertes, los matrimonios y los divorcios, los amigos y los enemigos; los indicadores conectados y enclavijados como máquinas de discos, reproduciendo las mentiras mendaces y sensibleras que se cantan en los salvajes desfiladeros de Wall Street; canciones lloradas por familias que pierden, canciones que tintinean en las espuelas de plata de los hombres que ganan. Aquí en las sórdidas afueras, la gente se hacina en los bordillos, en las aceras y en las bocas de incendio, y coches, camiones, niños y pelotas de caucho botan por las calles. Yo pensaba: -A esto lo llamo yo nacer y vivir; no se que nombre le daría a la torre que dejé allá atras-." Woody Guthrie.

No hay comentarios:

Publicar un comentario